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jueves, 11 de mayo de 2017

Una partida a Test of Honour


Ayer pude estrenar por fin este juego, jugando al primer escenario del reglamento.

En este escenario, dos samurai de clanes rivales se dirigen a una capilla con la intención de orar y descansar, pero llegan a la vez. Ninguno quiere ser el segundo en entrar, se intercambias palabras rudas y el honor queda en entredicho, por lo que el combate estalla...

Cada jugador cuenta con un Héroe Samurai, tres Ashigaru con lanza en grupo y dos arqueros. El primer jugador que elimine al samurai rival, gana.

Este fue el tablero que montamos. La capilla shinto en el medio. Las dos piezas del yagura haciendo de casas, y varios setos y muros de Warhammer. Yo jugué con los Takeda, y Lucía con los Tokugawa. El despliegue puede verse. Los Samurai a cubierto de los arqueros tras las casas, los arqueros apostados, y los ashigaru casi enfrentados.


Como ya expliqué en el artículo introductorio, cada jugador activa sus unidades de forma alterna, sacando fichas de una bolsa que pueden pertenecer a Samurais o a Ashigarus. Debido al despliegue, los ashigaru con yari y los samurai no podían hacer otra cosa que avanzar, de modo que los arqueros de ambos bandos abrieron el combate. Como de costumbre, empecé mal que los Tokugawa hirieron a uno de mis arqueros. Al fallar la tirada de daño, no le mataron, pero le asignaron una ficha de herida. Por otro lado, el arquero de la izquierda hizo una pifia en su disparo con la mala suerte que le causó también una herida.


Además de las fichas de samurai y ashigaru, hay tres fichas de destino. Las dos primeras otorgan cartas de mejora al samurai que las obtiene, y la tercera hace que el turno acabe. Lucía, que jugaba con los Tokugawa, tuvo bastante potra en los turnos iniciales convirtiendo a su samurai en un monstruo con una katana superafilada y capaz de inspirar a sus hombres y otras lindezas. Mis ashigaru avanzaron desde su posición, acercándose al samurai rival.


Pero Lu decidió avanzar a sus ashigaru primero para bloquear la carga de mi samurai. Esto fue un error porque los ashigaru bloqueaban a su vez la carga de su señor.


Mis ashigaru decidieron ganarse el sueldo y cargaron contra los ashigaru rivales, comenzando una dura batalla que duraría varios turnos y en la que los Tokugawa irían perdiendo hombres poco a poco. La ventaja que otorga estar agrupados es una bonificación para impactar y, sobre todo, que las bajas no suponen chequeos de moral.


A partir de aquí la partida fue divertidisima, pues se libró un duelo épico entre los dos samurai. Lucía logró matar a mi Samurai, causándole una herida profunda. Sin embargo, mi héroe superó su chequeo de Honor y continuó con una herida en el torso como se ve en la carta, que le restaba dados para herir. Los ashigaru continuaron peleando entre ellos pero mis Takeda terminarían acabando con los Tokugawa. Cuando ello ocurrió, el samurai superó su chequeo de honor y continuó combatiendo.


Sin embargo, entre los samurai pasó de todo. Mi samurai asestó multiples cortes al samurai Tokugawa de Lucía, llegando a asignarle cuatro marcadores de herida, pero sin lograr asestarle nunca un golpe mortal. En mitad del combate hubo muchas esquivas seguidas de puñaladas traperas. En un momento, debido a una carta de destino, Lucía no logró matarme pero me tumbó al suelo, y antes de que pudiera levantar al samurai tuve que esquivar su nuevo ataque rodando por la hierba. Al final, a base de acumular heridas, llegué a tirar 9 dados de daño y acabé por matar a su Samurai.


Los Tokugawa consiguieron matarme a un arquero, pero ellos perdieron a los tres ashigaru con yari, y al samurai, por lo que los dos arqueros salieron por patas como perros sin honor.

Mi impresión es que el juego no me ha decepcionado. Hay algunas cosas que deberían estar mejor explicadas en las reglas, pero el sistema es muy rápido y, como esperaba, peliculero. El hecho de que no se sabe quién va a actuar primero y que el turno puede cortarse en cualquier momento añade mucha tensión y diversión a la partida. Hay un componente de azar, por supuesto, y el mecanismo de activaciones alternas y aleatorias puede no gustar a los jugadores competitivos, pero a los que nos gusta ver cómo una historia se desarrolla sobre la mesa el juego ofrece mucho con una mecánica que es sólo simple en apariencia.

Otro detalle interesante es que las cartas de destino, algunas de ellas, pueden conservarse entre partidas, lo que hace que los héroes vayan evolucionando entre partidas y permite que de una forma sencilla ir construyendo la saga de tus samurai.

Estoy deseando jugar la segunda partida cuanto antes...

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