La semana pasada Suber y yo estrenamos (por fin!) su copia de Dreadfleet. Suber ha pintado completamente el contenido de la caja y ha hecho un trabajo increible con esas ya de por si increibles miniaturas. Para los que no hayáis podido seguir su trabajo, en este enlace tenéis el paso a paso de toda su caja.
Dreadfleet es un juego que no ha recibido buenas críticas en los foros, debido en general a comentarios como que "es un juego independiente y sin ampliaciones". Después de haber jugado una primera partida, Suber y yo sólo podemos decir que el juego es excelente. No es demasiado complejo de aprender (en menos de 10 minutos ya nos habíamos hecho con las reglas) y es ideal como juego para una de esas tardes aburridas en casa. No me refiero aquí a la calidad de sus componentes (que es simplemente soberbia) sino al juego en sí. Simplemente divertido y con la mezcla justa de sencillez y complejidad.
Para estrenar el juego, obviamente usamos la primera misión, que enfrenta al Heldenhammer contra el Parca Sangrienta. El primer barco que logre causar 8 cartas de daño al enemigo ganará la partida. Una misión sencilla y sin reglas especiales, ideal para aprender a jugar...
Y como veréis en la foto, jugar a esto con su tapete-tablero y todo pintado es simplemente una gozada...
El Heldenhammer zarpa contra el viento mientras el Parca Sangrienta se le acerca |
En su siguiente turno, el Parca Sangrienta se acerca y su volea de cañones es mucho más dolorosa para el Heldenhammer por estar a corto alcance.
Sin embargo, el Parca Sangrienta también recibe lo suyo, aquí tiene ya un daño de velocidad y la cubierta en llamas. Las cartas rojas son Cartas de Situación, y sus efectos deben chequearse en la Fase de Situación antes de mover los barcos.
Tras la Fase de Situación, viene la Fase de Destino, en la que cada jugador saca una carta de Destino y sigue sus instrucciones (que incluyen modificar la dirección y velocidad del viento). Los mares de Warhammer son todo menos tranquilos, y durante las maniobras y ataques recibimos vientos huracanados, ataques de sirenas, de tiburones de sangre, lluvias de serpientes y... la aparición de dos Monstruos Marinos. Primero apareció una Hidra frente al Heldenhammer. El Conde Noctilus usó su habilidad especial para controlarla y el monstruo atacó al Heldenhammer en abordaje.
El abordaje es el "cuerpo a cuerpo" de Dreadfleet. Los navíos se detienen y emplean su valor de Tripulación para el ataque. Tras un par de turnos de combate, el Heldenhammer acabó con la Hidra sin sufrir daños, y eso que se me olvidó usar el martillaco del Mascarón de Proa para darle un buen golpe al bicho. El Parca Sangrienta aprovechó para rodear al Heldenhammer y seguir aporreandole a distancia, matando en el proceso al Primer Oficial. Si el capitán del barco también moría, ¡el Heldenhammer quedaría ingobernable!
Afortunadamente, el Parca Sangrienta había recibido varios daños de velocidad que dificultaban su maniobrabilidad, así que el Conde Noctilus se tuvo que limitar a asegurarse de que el barco no se estrellaba contra las islas de la zona... Pero entre medias el Destino trajo una Sierpe de Sangre que también atacó al Heldenhammer en medio de un Huracán.
Por desgracia para el Parca Sangrienta, un rayo cayó incendiando su cubierta, y aunque el fuego de momento no causó daños, el incendio se comenzó a extender. El Parca Sangrienta bombardeó al Heldenhammer, cuyo capitán se esforzaba en dar órdenes de Reparación para reducir el daño.
El Heldenhammer usó sus garfios y pertigas para alejarse de la Sierpe y consiguió destruirla también. Mientras el Parca Sangrienta, cada vez más dañado, lo rodeaba.
Con el viento en contra, el Heldenhammer hizo lo posible para no encallar contra la isla del volcán. Sin embargo, el Parca Sangrienta había acumulado dos daños de casco, uno de velocidad, otro en el mascarón, otro en la Quilla y la cubierta de disparo se había hundido. Como además tenía tres situaciones de fuego consideramos que ya estaba bastante dañado y el Conde Noctilus se retiró. ¡Victoria para la Alianza!
La verdad es que nos lo pasamos genial en esta partida. Al principio, el juego intimida por el grosor del manual, pero las reglas están muy bien escritas, destacando en negrita las partes importantes y, si uno ha jugado con anterioridad a juegos de GW, los conceptos no son muy diferentes por lo que enseguida nos hicimos con el sistema...
El juego es bastante táctico, debido a que las naves tienen inercia y el viento es variable. Esto hace que haya que pensarse con antelación las maniobras si uno no quiere acabar encallado en una isla. El sistema de destino introduce bastante aleatoriedad en la partida, pero los efectos de las cartas no son definitivos, sólo ligeramente molestos, por lo que la partida la deciden realmente los barcos y sus capitanes.
La verdad es que Suber y yo disfrutamos como críos con la partida, que tuvo momentos realmente peliculeros. Solo lamentamos no haber podido hacer una acción de abordaje entre los barcos. Ahora sólo estamos buscando la ocasión de echar otra partida, con más barcos y con tesoros.
Dreadfleet es una joya incomprendida de GW. Si podéis echar una partida, ¡hacedlo cuanto antes!
4 comentarios:
Me parece un juego entretenidísimo. Quizá a mí me pareció algo más complejo que a ti, pero es verdad que tú estás más suelto con las reglas en general que yo.
Tiene muchas variables que le dan vida y lo hacen muy rico. De verdad que me gustó.
Desde luego que se ve un juego muy entretenido y muy divertido. El tapete es genial. Enhorabuena por la partida.
No le encontraba yo el que a este juego pero después de leer la entrada me apetece probarlo.
Hoy recien recibido!!! A meterle el pincel, pero ya!!!
Publicar un comentario