Hoy hemos podido echar otra partida a Necromunda, en la que hemos decidido probar varias cosas nuevas: una banda completa de Enforcers, una banda de Escoria de Colmena, y el mercadillo colmenero. El escenario y la historia es la siguiente:
Necromunda. Colmena Primus. Subnivel L691...
Sabine Wren, antigua cazarrecompensas, ahora en desgracia, ha tenido que descender a las profundidades próximas al Sumidero, donde ha organizado una banda de escoria de colmena.
Desde su refugio de chatarra, cerca del pozo de ácido, ella y su gato Phyrr, Jonesy, controlan el mercado de armas de "Gingivitis" Martin
Las ganancias de este mercado negro han dejado de subir hasta los señores del crimen locales...
Y esto no se puede tolerar, de modo que una patrulla de enforcers al mando del capitán Frank Castle tiene como misión erradicar por completo a la banda.
La zona de combate cuenta con un par de generadores de plasma que alimentan de energía a la guarida.
Un extractor de gases tóxicos, altamente peligroso si uno se acerca...
Un pozo de ácido en el que despachar a personajes indeseables...
Y grafittis, fruto del descuido generalizado de la zona.
Yo jugué con la banda de escoria, liderada por Sabine, equipada con rifle láser largo, espada de energía, pistola bolter y armadura de malla. Contaba con "Pústulas" Sam, campeón equipado con bolter; Ender, pandillero equipado con revolver y espada sierra; Jonesy, el gato Phyrr; y cuatro escorias de colmena con rifles automáticos, uno de ellos con lanzagranadas.
Iván contaba con una patrulla compuesta por Frank Castle, capitán subjugator con revolver, porra de energía y escudo; el sargento Callahan, con revolver y porra; y los oficiales Riggs, Murtaugh y Murphy, equipados con bolter, escopeta, y escudo y lanzagranadas.
La redada deberia ser una sorpresa, pero la banda de Sabine ha sido alertada de la llegada de los Enforcers. Desde lo alto de su guarida, Sabine y Jonesy otean sus dominios...
La banda está bien ubicada, junto a contenedores de munición por si las cosas se complican...
Y los patrulleros del Capitán Castle empiezan a cubierto...
Esta partida era muy asimétrica: 5 patrulleros muy bien blindados pero con armas de corto alcance, contra una banda de 8 miniaturas con armas de largo alcance y poco blindaje. El primer turno, como siempre, se emplea en colocar a las miniaturas. Ya en el segundo turno, uno de los pandilleros viendolas venir, sale de cobertura para abrir la puerta y dejar el paso libre a "Pústulas" Sam, que pretendía rodear a Murtaugh y a Riggs, al norte.
Al otro lado del tablero, hay un tiroteo entre Callahan y una escoria colmenera, sin heridos.
Pero es en el otro lado donde se desarrollaría la mayor parte de la batalla. Riggs, al fondo, se asoma y dispara contra un pandillero, fallando. "Pústulas" Sam aprovecha para acercarse hasta la puerta y descerrajarle un tiro de bolter que lo mata al instante. Primera sangre para la escoria!
Murtaugh se acerca y dispara un escopetazo a Sam, pero falla.
Al otro lado del tablero, Ender, que se ha colocado estratégicamente, carga por la espalda a Murphy para esquivar su escudo de asalto. El ataque tiene éxito, incapacita al agente, y Ender lo remata en el suelo. Dos Enforcers muertos.
Mientras tanto, Jonesy, el gato Phyrr, cargaría sus 14 pulgadas contra Murtaugh, despedazándole. Tres Enforcers Muertos.
Hasta aquí, la partida iba muy bien para la escoria colmenera, y además los Enforcers fallaron su chequeo de rajarse. Sin embargo, tanto Castle como Callahan, ambos personajes con buen valor de Calma, superarían sus chequeos de nervios, y Castle empezaría una avalancha de destrucción. Primero hiriendo de muerte a una escoria que moriría de sus heridas un turno después. Luego, cargando contra Sam y matándole con su porra.
Castle quedaría pineado bajo una lluvia de balas y láser, y Jonesy carga contra él, pero no consigue atravesar su armadura y Castle mataría al gato en su contraataque.
Nada consigue herir a Castle, cuya armadura y escudo le hacen casi invulnerable. En una nueva carga, mataría a otra escoria.
Y, en el último turno, después de que Callahan matase a Ender a tiros, los dos pandilleros restantes pinean a Castle a base de disparos...
Y, por desgracia, aquí se acabó la partida porque la banda de escoria se rajó en este punto y saqué dos doses seguidos en las tiradas de nervios tanto para Sabine como para el pandillero del lanzagranadas, que se largaron del tablero. El colega de la capucha, viéndolas venir, se rajó también y huyó.
Por lo tanto, técnicamente la partida acabó en empate dado que los Enforcers debían MATAR a toda la banda y no lo consiguieron. La banda de escoria pierde su territorio pero se va con la cabeza alta de haber matado a más de media patrulla. Así que, con cierto sabor agridulce por mi parte porque mi intención era cargar a Castle con Sabine en este turno final y rematarle con la espada de energía ganando así la partida, se acabó la partida. El empate es técnico, pero la verdad es que la victoria a efectos narrativos fue de los Enforcers.
Como la partida fue corta, reorganizamos el tablero y jugamos una de las misiones cortas que aparecieron en un suplemento de la White Dwarf. En esta misión, una banda debe escoltar a un Enforcer corrupto y sacarlo fuera del tablero.
Hilamos la partida con la anterior, haciendo que el Enforcer corrupto fuese el que había dado el chivatazo a la banda de Sabine, siendo esto una maniobra de los Van Saar, a los que interesaba cortar el flujo de dinero hacia arriba. Una excusa cojonuda para probar mis Van Saar en combate.
Según el escenario, el Enforcer corrupto va equipado con escopeta, pistola y porra. Para la banda Van Saar elegí dos tios con rifle láser mejorado, uno con rifle de gravedad, y una campeona con pipa láser y pipa de plasma.
El tablero es muy pequeño, sólo de cuatro losetas. La banda rival serían cinco enforcers de la banda anterior (sin capitán, claro)
En este escenario, la ubicación era clave, ya que el Enforcer está a dos simples turnos de escaparse, por lo que los Van Saars deben cubrirle, y los Enforcers bloquear todas las vías de escape.
La partida fue muy corta porque en el turno dos, Iván ganó la iniciativa y cargó contra el Enforcer liquidándolo. Decidimos seguir la partida, y los Van Saar demostraron ser una banda temible, ya que lograron acabar con cuatro de los cinco Enforcers y largarse sin sufrir ninguna baja, aunque perdieron al poli corrupto. Otra derrota para mi.
Y, como esta partida también fue corta, nos dio tiempo a una tercera: el asalto al caché del Mechanicum. Un escenario muy simétrico en el que las bandas, de cuatro pandilleros, deben robar un objeto valioso de un almacén del Mechanicum....
Protegido por un servidor de combate.
Ninguna banda puede hacerse con el objeto si no derrotan antes al servidor, lo cual sólo es posible causándole cinco heridas. El problema es que el servidor ataca automáticamente con un cañón de gravedad, o una servogarra, a cualquiera que le ataque, de modo que las dos bandas decidieron pasar de él y tirotearse entre ellas. Esta vez los Enforcer tuvieron más suerte y acabaron con tres Van Saar a cambio de sólo uno de sus compañeros. El Van Saar restante decidió que era mejor pirarse y dimos la partida por cerrada.
Otra buena tarde de juego... Ahora a ver qué nos trae GW con los desiertos de ceniza, que nos mantenga las ganas de seguir pintando cosas para este sistema.